Una pose de vieja escuela,
piano de fondo
y tu cabeza vuela.
Ocultas tu identidad bajo vidrios negros,
no quieres que te vean,
es solo tu vuelo.
La integridad física disminuye,
vas desapareciendo
sientes que te hundes.
Acomodas tu pelo y sonríes,
agarras la guitarra,
cantas coplas a los que te siguen.
Las campanas lloran su marginalidad,
tarde o temprano esto iba a pasar.
No son amadas como merecen,
ahora las cambian por sonidos inertes.
Tus pensamientos opositores te llevan a donde estas,
encerrado en un mundo aparte,
donde te dejan secar.
Sin saber que en algún momento te vas a extinguir,
como los dinosaurios,
como el supuesto porvenir.
Idiotas los que piensan en futuro,
no nos quedara nada creativo,
pero ¡claro! tecnología derrocharemos.
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Gracias por la complejidad del derroche de tecnologia igual que el derroche de la vida sin detenerse un momento y verse un momento
ResponderEliminarGracias por un deleite de términos entrelazados tan sutilmente que vale la pena apreciar. La belleza de la sutileza nublada es algo que pocos logran apreciar.
ResponderEliminarUn saludo señor, muy buenas letras se encuentran por aquí.